The Bärds y Milk It. Un dúo electrizante en busca de una cura contra el pop. Una pareja de grupazos de la escena nacional que se han unido para crear un trabajo que dejará al público temblando: Everybody is happy (Clifford, 2015). Cuatro canciones como cuatro cañonazos imparables que amenazan con destruirlo todo. Grabado en sesiones de riguroso directo en Studio B, Bernardo Calvo ha sido el artífice de este plano secuencia sonoro de dos de los grupos más prometedores de la escena underground patria.