Pocas referencias podemos encontrar en la actualidad que consigan sumergirnos en un sonido auténtico y puro. Con honestidad, saber hacer y sin pretensiones, Son Los Grillos publican un delicioso álbum repleto de pinceladas, texturas y colores.En su disco homónimo nos presentan un buen puñado de canciones que beben del folk, las raíces celtas y todo un abanico de influencias que consiguen atrapar y trasladar al que escucha una buena cantidad de sensaciones. Guitarras añejas, banjos, cellos, mandolinas, todo tipo de percusiones, armonías vocales y el precioso timbre de Marta que consigue conjugar con destreza lo lírico y lo melódico. Con el sonido acústico por bandera, pero sin rehuir en algunos cortes del bajo y la guitarra eléctrica, este dúo demuestra que no hacen falta grandes presupuestos ni grandes estudios para defender canciones notables. Cabe destacar «Bajhan», en la que adaptan para la ocasión un texto devocional hindú cantado en sánscrito, su lengua original.Son Los Grillos suenan a naturaleza en armonía, a reflexiones, a la búsqueda de la paz de uno consigo mismo. Suenan sinceros. Tal y como decía al principio: suenan puros y deliciosos. Y lo son.
La carpeta de este disco ha sido hecha de forma totalmente artesanal, en carton reciclado. El dibujo del arbol es una serigrafia impresa de forma manual, y adornado con pequeñas pinceladas de acuarelas de colores, con lo cual cada copia es una pieza unica. Incluye insert abierto, vinilo de 180 grs. Numerado a mano. 500 copias.
Manolo Tarancón.